El 40% de las enfermedades mentales (incluida la ansiedad) están relacionadas con el maltrato infantil

Ansiedad

El 40% de las enfermedades mentales (incluida la ansiedad) están relacionadas con el maltrato infantil

Un estudio sobre el maltrato infantil realizado en Australia ha revelado que la causa de hasta un 40%de los trastornos mentales que existen (como la ansiedad, la depresión, el consumo de sustancias, auotolesiones e intentos de suicidios), podrían estar causados y explicados por el maltrato infantil vivido en la infancia (abuso físico, sexual, emocional y negligencia física y emocional experimentada antes de los 18 años.

En este estudio se descubrió que el maltrato infantil era responsable del 41% de los intentos de suicidio en Australia, del 35% de los casos de autolesiones y del 21% de los de depresión.

Según los investigadores, los resultados son una llamada a la acción para que los malos tratos y el abandono en la infancia se considere una prioridad nacional de salud pública y empiece a invertirse para su prevención.

«Invertir en prevención para abordar el maltrato infantil tiene el potencial de evitar millones de casos de trastornos mentales en Australia», comentó la Dra. Lucinda Grummitt, del Centro Matilda de la Universidad de Sídney, que dirigió el estudio.

El estudio también concluyó que si se erradicara el maltrato infantil en Australia, podrían evitarse más de 1,8 millones de casos de depresión, ansiedad y trastornos por consumo de sustancias.

Los trastornos mentales son actualmente la principal causa de enfermedad en el mundo y afectan al 13% de la población mundial. En Australia, el suicidio es la principal causa de muerte entre los jóvenes.

Según investigaciones anteriores (independientes del estudio de la Universidad de Sydney), más de la mitad (53,8%) de los australianos sufrieron malos tratos durante su infancia.

El Dr. Grummitt afirmó que existen intervenciones eficaces, como los programas de apoyo a los niños que sufren malos tratos o los programas de educación de los padres, pero que la solución más sostenible para prevenir el maltrato infantil es la prevención de esta, impulsada por políticas y leyes.

Los investigadores citan un ejemplo en Estados Unidos, donde la introducción de políticas estatales de baja parental retribuida y el acceso oportuno a guarderías subvencionadas se relacionaron estrechamente con la reducción de las tasas de maltrato infantil.

Este estudio proporciona las primeras estimaciones de la contribución causal del maltrato infantil a la salud mental en Australia.

Pone de manifiesto lo relacionadas que están estas variables, es decir las grandes consecuencias a nivel de salud mental que puede acarrear haber vivido estas experiencias en la infancia y la necesidad de prevenir estas problemáticas a nivel político, educacional y estructural sobre todo.

Conclusión y reflexión final

La profunda conexión entre el maltrato infantil y los trastornos mentales revela la fragilidad del bienestar psicológico cuando las primeras etapas de la vida están marcadas por la violencia y el abandono. Esta investigación australiana subraya un aspecto crucial: las secuelas emocionales y psicológicas del maltrato infantil no solo afectan el presente, sino que moldean el futuro de los individuos, influyendo en su capacidad para enfrentar el estrés, desarrollar relaciones saludables y mantener un equilibrio emocional. La alta prevalencia de trastornos mentales asociados con el maltrato infantil destaca la necesidad urgente de invertir en estrategias preventivas y de intervención temprana.

Desde una perspectiva psicológica, es evidente que el maltrato infantil perturba el desarrollo del sistema de apego y la regulación emocional, aspectos fundamentales para una salud mental robusta. Las experiencias tempranas de abuso y negligencia pueden alterar la manera en que los individuos perciben y responden al mundo, fomentando patrones de pensamiento negativos y habilidades de afrontamiento deficientes. Estos patrones pueden persistir a lo largo de la vida, impactando la autoestima, la capacidad para establecer relaciones saludables y el manejo del estrés.

La necesidad de un enfoque integrador que aborde tanto la prevención del maltrato infantil como el tratamiento de sus consecuencias es clara. Las políticas de salud pública, los programas educativos para padres y las intervenciones comunitarias deben ser priorizadas para crear entornos seguros y de apoyo para los niños. Solo a través de un compromiso colectivo con la prevención y el apoyo integral se puede esperar reducir significativamente la carga de los trastornos mentales asociados con el maltrato infantil y promover una salud mental más sólida y equitativa para todos.

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